Newton abordó el problema de acabar con
la falsificación.
Primero se construyó un termómetro. Su
termómetro funcionaba como el bien conocido termómetro de mercurio, un depósito
con un líquido que asciende por un tubo capilar calibrado cuando se calienta.
Newton no utilizó mercurio sino aceite de semillas de lino, que hierve a una
temperatura de 240 grados Celsius, como líquido para su termómetro.
Eligió como cero de su termómetro la
temperatura de fusión del hielo, fácil de reproducir, y como 12 grados N
(Newton) eligió la temperatura del cuerpo humano
Sus escalas se acercaban bastantes a
las actuales especialmente a los grados Celsius.
Newton a continuación estudió cómo se enfriaban los cuerpos,
especialmente los metales, que se encontraban a altas temperaturas.
La variación de temperatura de un
cuerpo respecto de la temperatura de la habitación en la que se encuentra, es
proporcional a la diferencia de temperaturas entre el cuerpo y la habitación.